Entrevista a David Arrizabalaga, Responsable Centro de Competencia Funcional, IT en Damm.
-¿Qué aspectos destacaría dentro de su trayectoria en el sector TI?
Empecé hace 19 años en el sector TI como consultor SAP, y en 2006 entré en el departamento de TI de empresas del sector consumo. Los últimos años en Damm han sido los más importantes de mi carrera. He tenido la oportunidad de participar activamente en el crecimiento y la transformación del departamento y, a través de él, de la compañía. En los últimos 10 años, Damm ha duplicado tanto la plantilla como la cifra de negocio, y ha sido un reto bastante importante ser capaces de irnos adaptando con rapidez a esos cambios y, a la vez, hacer de palanca para que la organización pudiese asumir ese crecimiento.
-Usted ha desempeñado diferentes roles relacionados con la Organización y Sistemas dentro de Damm. ¿Cómo definiría su rol actual?
Actualmente soy el responsable del Centro de Competencia Funcional del Departamento de TI de Damm. En esta área somos responsables de las aplicaciones que dan servicio a los diferentes procesos de negocio: cadena de suministro, procesos comerciales, finanzas, recursos humanos, portales y páginas web, aplicaciones móviles… Ello implica estar preparados para definir la evolución de las aplicaciones que ya tenemos y proponer nuevas aplicaciones en el caso de que el negocio lo requiera.
-¿Qué papel juega la computación en la nube dentro de Damm?
El uso de plataformas y soluciones cloud forma parte esencial de la estrategia actual del Departamento de TI de Damm. Como dije anteriormente, en los últimos 10 años Damm ha duplicado la plantilla y la cifra de negocio, y esto ha sido en parte gracias a la utilización de tecnologías cloud. De otra manera no hubiese sido posible crecer tan rápido. También está jugando un papel fundamental en los procesos de innovación, porque nos permite probar nuevas tecnologías de manera rápida y muy sencilla.
-¿Cómo valora el uso del Cloud en la industria alimentaria?
Si nos fijamos en el sector alimentario, el principal foco de innovación tiene mucho que ver con garantizar la seguridad alimentaria y la trazabilidad de los alimentos, algo que con la gestión tradicional basada en objetos era muy complicado. Pero yo creo que donde ha habido un salto cualitativo muy importante en los últimos años es en la relación entre los fabricantes y los consumidores. La tecnología cloud nos permite relacionarnos directamente con nuestros consumidores, y eso nos da suficiente información para que el negocio reaccione y pueda adaptarse de una manera mucho más eficiente a los cambios del mercado. Captar y tratar esta gran cantidad de información para darle un uso de negocio, sin el cloud, sería inviable.
-A tenor de su experiencia, ¿cómo definiría la evolución de las infraestructuras cloud en la última década?
Durante este tiempo, hemos podido ver cómo, gracias a esta tecnología, los tiempos de despliegue de las aplicaciones se han reducido. La visión que tienen las empresas respecto al uso de infraestructuras ha cambiado radicalmente. Hace 10 años pocas empresas se planteaban utilizar un software o una plataforma cloud por defecto, lo dejaban sólo como una opción para servicios no esenciales para el negocio. Sin embargo, ahora el planteamiento es exactamente el contrario y en las empresas ya empezamos a pensar por defecto en cloud. Creo que este cambio de visión ha sido gracias a los avances tecnológicos, que han permitido abaratar el coste de la infraestructura cloud y mejorar la calidad de los servicios ofrecidos, y a la experiencia acumulada en los últimos años.
-¿Y qué panorama espera para el futuro?
Esto está aquí para quedarse, dadas las ventajas de trabajar con servicios cloud en un entorno tan cambiante como el actual. La flexibilidad y la escalabilidad que te ofrece un entorno cloud es imprescindible para agilizar el rendimiento de una compañía y para su propia supervivencia. Esta flexibilidad que te dan los entornos cloud ha servido para que muchas empresas se hayan adaptado al cambio y hayan aguantado esta crisis bastante mejor.
-Usted ha sido vocal de Internacionalización en AUSAPE entre 2018 y 2020. ¿Qué importancia concede a la interacción entre las diversas asociaciones de usuarios de SAP?
Partimos de la base de que SAP es una multinacional presente en todo el mundo que toma decisiones de forma centralizada. Como consecuencia, influir en su estrategia de forma individual es prácticamente imposible. Por ese motivo, se crearon las diferentes organizaciones de usuarios a nivel nacional, que a su vez se han agrupado a nivel global en la red SUGEN, a la que pertenece AUSAPE. Desde esta red ejecutiva se puede trabajar de una manera más coordinada para poder colaborar con SAP en diferentes ámbitos, abriendo un canal de comunicación más directo con la toma de decisiones dentro de SAP. Además, las asociaciones trabajan en diferentes iniciativas: aprender mejores prácticas, compartir información de interés, etcétera.