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Que la tecnología ha cambiado el mundo en el pasado, que lo hace en el presente y que lo seguirá haciendo en el futuro, es una realidad, un hecho irrefutable.
Cada año, surge una nueva tecnología que nos permite hacer las cosas de siempre, o cosas nuevas, de manera más rápida y eficiente. Las nuevas tecnologías afectan a nuestra forma de trabajar, de pensar, de interactuar con los demás y, a fin de cuentas, afectan a nuestras vidas. La verdad es que la tecnología avanza tan rápido que no nos damos ni cuenta y, está presente en todos los ámbitos de nuestra vida, donde la hemos integrado sin apenas esfuerzo. Lo mismo ocurre en las empresas, donde la tecnología es una pieza fundamental. Las empresas necesitan innovación tecnológica constante para no quedarse atrás. Conceptos como el Big Data, IoT o Cloud, son ya cosas casi del pasado. Muchas empresas usan estas tecnologías actualmente y las han adoptado de forma transparente y sin grandes traumas.
Y aunque los proyectos tecnológicos más recientes se basan en estas tecnologías, no paran de surgir otras nuevas que vienen para cambiar el mundo y transformar digitalmente a las empresas. A fecha de hoy, cuando pensamos en nuevas tecnologías, tendríamos que hablar del 5G, de la Analítica avanzada de datos, de la Inteligencia Artificial, los RPAs, Realidad Virtual, IA Conversacionales, los vehículos autónomos o incluso de los ACPCs (always-connected-PCs, que vienen siendo PCs con baterías de más de un día de duración) o el Blockchain. Exceptuando alguna de ellas, como el 5G o los ACPCs, el resto se basan en el manejo de grandes cantidades de datos, procedentes de diversas fuentes, a una velocidad antes no posible, y sobre los que se aplican algoritmos matemáticos, que permiten al sistema simular el comportamiento humano o mejorar las tareas en base al conocimiento previo o experiencia. Permitiendo que el sistema aprenda a interpretar las situaciones y tomar decisiones en base a los datos pasados.
Por decirlo en otras palabras, básicamente se basan en el Big Data y la Inteligencia Artificial, una complementando a la otra. Los RPAs, IA Conversacionales, IoT, vehículos autónomos o la Analítica avanzada, de alguna forma, emplean estas dos tecnologías.
Podemos decir, por lo tanto, que estas serán dos de las tecnologías claves para el desarrollo de los negocios en los próximos años. Las tecnologías que engloban el Big Data, que es algo que ya llevan tiempo entre nosotros, pero la considero la base de todas ellas, el manejo de los datos. Esta tecnología posibilita el almacenamiento y análisis de grandes volúmenes de información, procedentes de diferentes orígenes, a una velocidad antes no imaginable. Es algo que era inviable hace
unos años, pero que está al alcance de todas las empresas hoy en día. Esta tecnología es sin duda, la piedra angular para la transformación digital de las compañías.
Muy unida a ella, está el Machine Learning o la Inteligencia Artificial, estas técnicas requieren de esas grandes cantidades de datos para poder analizar el comportamiento pasado y así predecir el comportamiento futuro. No son bolas de cristal, son algoritmos matemáticos y técnicas de cálculo que, analizando lo que ha sucedido con anterioridad, predice que es lo más probable que suceda en un futuro cercano. Algunos de estos algoritmos intentan simular el comportamiento humano, y
hay que decir que, en muchos casos, lo consiguen.
Esta Inteligencia Artificial, tampoco es nueva, pero es clave también en la transformación de las empresas. La diferencia radica en la posibilidad de aplicar estos algoritmos a esas grandes cantidades de datos, con tiempo de respuesta muy rápidos, cosa que antes no era posible, ni técnica ni económicamente hablando.
Cuanta más inteligencia dotemos a nuestras empresas, mejores decisiones tomaremos, adaptándonos al futuro de una forma más rápida y ágil. Que todo esto se pueda desplegar en el Cloud, facilita y agiliza enormemente su adopción. Y gracias a los modelos de suscripción, lo hace más asumible por las compañías. Ahora con un par de clics, puedes levantar un servidor en la nube con la capacidad de procesamiento y almacenamiento que necesites, y pagar sólo por el tiempo que lo estés usando. Algo impensable hace unos años, pero incorporado en la operativa diaria de muchas de las empresas hoy.
Desde mi punto de vista, lo disruptivo de todas estas tecnologías radica en la posibilidad de aplicarlas de forma rápida en el día a día de las empresas, gracias al Cloud, obteniendo resultados en un periodo breve y a un coste asumible. Cada vez más las empresas están adoptando estas tecnologías para innovar, evolucionar y transformarse desde dentro. Ahora todo está conectado y podemos actuar sobre las máquinas y dispositivos en tiempo real, anticipándonos así a lo que pueda suceder en el futuro.
Y esperad a ver todo lo que está a punto de llegar relacionado con la computación cuántica, las tecnologías relativas a la ciberseguridad, realidad virtual y los dispositivos para la interacción maquina-humano. Vamos a dar un salto “cuántico” que
volverá a transformar nuestras vidas, el mundo y por supuesto, las organizaciones. Volviendo a cosas ya existentes y de aplicación inmediata, SAP apuesta por la Empresa Inteligente, poner en marcha una estrategia que permite transformar los datos en acciones en todas las líneas de negocio – impulsando la automatización e innovación de procesos, liberando nuevas áreas de crecimiento y ofreciendo experiencias excepcionales. Combina el dato operacional existente en nuestros sistemas transaccionales, con el dato experiencial, procedente de la captura de las experiencias de los clientes al interactuar con las empresas, para darnos una foto mucho más completa que nunca. Esto, está haciendo que las empresas tengan la posibilidad de transformarse realmente, apoyándose en las soluciones de SAP.
David Llamas, Business Architect SAP